Tercer Plan de Acción Nacional de Derechos Humanos y Empresas: avances y desafíos hacia 2026-2029

El Comité Espejo del Punto Nacional de Contacto (PNC) de Chile reunió a actores multiactor para definir prioridades del PAN3, centrado en debida diligencia, reparación y participación efectiva.

El 14 de agosto de 2024 se llevó a cabo una sesión clave para el desarrollo del Tercer Plan de Acción Nacional de Derechos Humanos y Empresas (PAN3), que definirá la política pública en esta materia entre 2026 y 2029. El encuentro, organizado por el Comité Espejo del Punto Nacional de Contacto (PNC), congregó a representantes de la sociedad civil, trabajadores, academia, empresas públicas y privadas, defensores de derechos humanos y organismos internacionales.

Un eje central de la discusión fue la debida diligencia en derechos humanos, alineada con los estándares internacionales de los Principios Rectores de Naciones Unidas. Se destacó la necesidad de fortalecer la responsabilidad empresarial en la protección de derechos y avanzar en mecanismos efectivos de reparación. Además, se planteó integrar la agenda de derechos humanos y empresas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de reforzar el rol de las empresas del Estado como referentes en la materia.

Ampliar la participación y fortalecer compromisos

Los asistentes subrayaron la importancia de involucrar a empresas públicas y privadas como protagonistas del PAN3, así como a organizaciones sindicales y trabajadores. Acciones como programas de formación en derechos laborales y procesos de debida diligencia fueron identificadas como prioridades. También se recomendó incluir al Congreso Nacional y otros organismos autónomos para articular el plan con regulaciones como la Ley de Delitos Económicos.

La mejora de la gobernanza multiactor fue otro tema crucial. Los participantes propusieron implementar procesos participativos descentralizados desde el inicio, con consultas periódicas que garanticen el acceso a la información para todos los involucrados. Además, se sugirió crear mecanismos de monitoreo independientes, con indicadores claros que permitan evaluar el impacto del PAN3 en las comunidades afectadas y otros grupos interesados.

Un enfoque para el futuro

El PAN3 apunta a convertirse en una herramienta que no solo fortalezca el cumplimiento empresarial de derechos humanos, sino que también fomente una participación activa y transversal de los sectores público, privado y social. El compromiso con la transparencia, la descentralización y la efectividad será clave para enfrentar los desafíos de los próximos años.

El trabajo colaborativo entre actores diversos permitirá al PAN3 consolidarse como un ejemplo regional en la integración de derechos humanos y empresas. La construcción de un modelo más inclusivo y sostenible marca el camino hacia una política pública que reconozca y proteja los derechos de todas las personas.

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